Para ganar un juicio por vicios ocultos hay que acreditar tres puntos — existencia del defecto grave, carácter oculto y anterioridad al contrato — dentro del plazo legal de seis meses, apoyándose en un informe pericial sólido y una estrategia procesal que combine acción redhibitoria o quanti minoris con la reclamación de daños y costas.
Las últimas sentencias del Tribunal Supremo confirman la importancia de la prueba técnica y clarifican que el plazo es de caducidad, de modo que no se interrumpe ni en agosto.
En este artículo te contamos cómo aumentar las posibilidades de ganar un juicio por vicios ocultos en caso de que ya hayas decidido que merece la pena denunciarlo.
¿Qué son los vicios ocultos?
Un vicio oculto es un defecto grave, anterior al contrato de compraventa, que no era detectable a simple vista y que reduce de forma significativa la utilidad de la vivienda, coche de segunda mano o maquinaria industrial. Si consigues demostrar la existencia de vicios ocultos dentro del plazo legal de seis meses, podrás reclamar por vicios ocultos al vendedor y exigir indemnización por daños y perjuicios, la reparación completa o incluso puedes solicitar la resolución del contrato.
Requisitos para que el defecto se considere vicio oculto
El Código Civil (arts. 1484-1490) exige que el defecto sea:
- Oculto – no perceptible para un comprador diligente durante la inspección.
- Previo a la entrega – el problema (humedades, filtraciones de agua, fallo en sistema de fontanería…) ya existía en el momento de firmar.
- Grave – afecta significativamente al uso o devalúa el bien.
En casos específicos, por ejemplo en la compraventa de vehículos, cuando el vendedor es un profesional, la reciente jurisprudencia del Tribunal Supremo invierte la carga de la prueba, por lo que será el vendedor quién debe acreditar que el defecto no existía. Esto coloca al comprador en una posición de ventaja procesal y aumenta las probabilidades de éxito.
Plazos: seis meses que no se interrumpen
El plazo de seis meses es de caducidad. No se detiene por un simple burofax ni se interrumpe en agosto. Por eso conviene presentar una demanda por vicios ocultos cuanto antes.
Consejo: guarda factura, contrato de compra venta o escritura para fijar la fecha de entrega; sin ese documento el procedimiento judicial corre el riesgo de archivo.
Pruebas que ayudan a ganar juicios por vicios ocultos
- Informe pericial detallado: describe el defecto, su causa técnica y el coste de reparación.
- Fotografías, vídeos y partes de reparación.
- Presupuestos de empresas certificadas.
- Testimonio de técnicos (arquitecto, perito mecánico, oficial de aparejadores y arquitectos…).
Una pericial bien fundamentada suele inclinar al tribunal y facilita la condena en costas legales, haciendo que el vendedor asuma los gastos del proceso.
Posibles acciones
Acción | Resultado | Uso habitual |
Redhibitoria | Rescisión + devolución del precio + daños y perjuicios | Vivienda con estructurales, coche con motor inutilizable |
Quanti minoris | Rebaja del precio proporcional al defecto | Fallos reparables (sistema eléctrico, filtraciones) |
Reclamación de daños | Suma de gastos de reparaciones, alojamiento, lucro cesante | Compras profesionales o mala fe del vendedor |
Estrategia legal paso a paso
- Detecta el defecto y solicita informe pericial en menos de dos semanas.
- Requiere al vendedor por burofax y conserva acuse de recibo; muestra tu intención de solución amistosa.
- Negociación: ofrecer un acuerdo puede reducir tiempos y costos legales.
- Si no hay respuesta — o es insuficiente — presenta demanda ante el juzgado civil competente. Incluye pericial, facturas y petición expresa de indemnización por daños y perjuicios.
Conclusión
Para ganar un juicio por vicios ocultos necesitas actuar rápido, reunir pruebas técnicas, acreditar el carácter oculto y cuantificar con precisión la indemnización por daños y perjuicios.
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Soy abogado con más de 15 años de ejercicio profesional. He participado en más de 200 procedimientos judiciales y he cultivado más de 2200 horas de formación continuada tras licenciarme.
Me gusta el Derecho y he dedicado la mayor parte de mi carrera a las áreas del derecho Inmobiliario, Urbanismo y Mercantil.