Abogado de Litigación y Arbitraje en Madrid

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Los conflictos son parte del día a día y si no los resolvemos pueden hacerse cada vez más complicados y ocasionar gastos. Por ello, es necesario encontrar soluciones rápidas y efectivas. En consecuencia, en ocasiones se requiere de la intervención de un tercero para el completo y satisfactorio fin de los conflictos.

En este sentido, la litigación y el arbitraje surgen como figuras llamadas a satisfacer la necesidad de las partes en resolver, sin el uso de la violencia, una determinada diatriba.

¿Qué es litigación y arbitraje?

Litigación es un debate entre dos partes, con opiniones y pretensiones distintas, que acuden al juez para dirimir esta controversia con parámetros legales. Por otro lado, el arbitraje es un método alternativo de resolución de conflictos que se basa en un tercero imparcial, no judicial, que busca una solución que satisfaga a ambas partes.

Estos procesos se diferencian en su manera de llevarse a cabo y en el efecto posterior a ser resueltos. Los litigios son, en su mayoría, procesos largos, costosos y que tienen consecuencias que en algunos casos son irreversibles además que en el mismo interviene el abogado y se requiere de un procurador. Pero el arbitraje se presenta como una solución más rápida, sencilla y con menos implicaciones legales posteriores.

El arbitraje es efectivo para solucionar conflictos entre partes, aunque no involucre al Estado. Por su parte, el proceso litigioso basa su efectividad en que está sustentado en leyes y el cumplimiento de su veredicto es estrictamente necesario. Es por ello, que los litigios son más largos y tediosos, ya que deben seguir protocolos legales y asegurar una decisión ajustada a derecho.

Estos procesos también se diferencian, ya que en juicio el juez no es elegido por las partes. En cambio, el arbitraje permite proponer a quien dirimirá el conflicto y tener varios árbitros.

¿Cuándo acudir al arbitraje en Madrid?

El arbitraje es buena opción cuando el conflicto no es de orden público y pueda ser resuelto sin involucrar a un ente estatal. Así, cuando se presenta una controversia que puede ser resuelta mediante un proceso judicial o arbitral, siempre es más fácil y económico optar por la opción del laudo.

Se puede acudir al arbitraje cuando se desee una solución amistosa, que no implique decisiones que puedan afectar posteriormente al perdidoso.

Tipos de arbitraje

Aunque existen muchos tipos de arbitraje, a continuación se presentan los que suelen ser más comunes en la actualidad.

Arbitraje institucional

Se refiere a aquel que es llevado a cabo por una institución arbitral, aunque no es estrictamente necesario que sea realizado por un ente de este tipo. Estos procesos suelen ser efectivos porque cuentan con reglamentos en este tema.

 

Arbitraje nacional e internacional

Se presenta cuando los solicitantes se encuentran en lugares distintos. También cuando el cumplimiento de la obligación se da en un territorio diferente al domicilio de las partes. Así mismo, se requerirá este tipo de arbitraje cuando la controversia implique comercio internacional.

Arbitraje de derecho

En este caso se resuelve la polémica mediante el uso de leyes y normas, así como de reglas jurídicas aplicables a las resoluciones de conflictos.

Arbitraje societario

Esta modalidad se utiliza en la resolución de conflictos societarios en las que estén implicadas sociedades que manejan capitales.

¿En qué supuestos se debe acudir a la litigación?

Es necesario acudir a un ente jurisdiccional cuando la ley expresamente lo ordena. También, se puede entablar un juicio cuando el interesado desee que la firmeza de la decisión tenga carácter judicial. Igualmente, la ejecutabilidad de la sentencia es un factor que lleva a la litigación en vez de a un proceso arbitral.

Procedimientos litigiosos en materia civil y mercantil en Madrid

Según la materia y tipo de causa que se presente, cambiarán los procesos por los cuales se ventilan las controversias. Cada uno tiene su particularidad y modo de llevarse a cabo, a continuación, se muestran los tipos de juicio que se presentan con más frecuencia.

Juicio ordinario

Es la base de todos los procesos e incluye todas las fases que se presentan en juicio. Éste se da cuando un litigio no tiene características especiales y se debe cumplir con todos los pasos en el transcurso.

Es más extenso que otro tipo de causas y aplica en todo tipo de materia. Las fases en este tipo de asunto son la interposición de la demanda, contestación, audiencia previa, el juicio donde se hacen los descargos probatorios y se lleva a cabo el debate y finalmente, la fase de sentencia.

Juicio verbal

Es un procedimiento especial ya que aplica en casos determinados y se tramita de manera distinta. Esto es cuando se reclaman sumas menores a 6000 euros y los especificados en la Ley de Enjuiciamiento Civil, en su artículo 250. Es una causa expedita y sus fases se resumen a la demanda, contestación, vista y finalmente, la sentencia.

Juicio Monitorio

Aplica en casos de deudas dinerarias y en esta materia es la causa más común que se encuentra en los juzgados. Inicia con una demanda, se emplaza al demandado, se discute la veracidad de la suma y se sentencia. Si el demandado no contesta o no paga de manera voluntaria se pueden embargar bienes como garantía del pago.

Juicio Cambiario

Se intenta para exigir cobros dinerarios surgidos de cheques, pagarés o letras de cambio. Este litigio inicia con una demanda, a continuación, el deudor tiene oportunidad de oponerse, se verifica la deuda y se procede a dictar sentencia.

¡Acude a la mejor asesoría jurídica!

Tanto en el arbitraje como en un litigio, es necesario estar bien asesorado para evitar sufrir consecuencias negativas. Un litigio puede terminar con una sentencia que sancione tanto corporal como de manera pecuniaria al perdidoso. De la misma manera, una sentencia creará un precedente negativo para el perdedor, lo cual se traduce en dificultades posteriores al momento de querer acceder a créditos, trabajos, etc.

Igualmente, es importante realizar una buena elección al momento de asesorarse, ya que el proceso puede extenderse y es bueno contar con un solo abogado que actúe en todas las instancias y conozca a la perfección el caso que se trata. Por estas razones se debe buscar un abogado con experiencia y conocimiento suficiente para asegurar que el litigio culmine de manera satisfactoria.